jueves, 15 de enero de 2015

ME SORPRENDIO LA PRIMAVERA

Como atento no más a mi quimera 
no reparaba en torno mío, un día 
me sorprendió la fértil primavera 
que en todo el ancho campo sonreía.

Brotaban verdes hojas 
de las hinchadas yemas del ramaje, 
y flores amarillas, blancas, rojas, 
alegraban la mancha del paisaje.

Y era una lluvia de saetas de oro, 
el sol sobre las frondas juveniles; 
del amplio río en el caudal sonoro 
se miraban los álamos gentiles.

Tras de tanto camino es la primera 
vez que miro brotar la primavera, 
dije, y después, declamatoriamente:

-¡Cuán tarde ya para la dicha mía!-

            Rincon del Amor

1 comentario:

Unknown dijo...

Cuando mis manos no escriben, mis pensamientos hablan solos deben gritar muy fuertes ya que han llegado a alguien que también cree en fantasías.